jueves, 28 de abril de 2011

Alas de Fuego

Surcando los cielos huyó del edén,
batiendo sus alas de fuego.
Burló los caminos de la tentación
y ahora su fuego es eterno.

La magia marcó su destino al volar
y resurgió de sus cenizas.
Poeta del aire con alma inmortal
que nunca debió despegar.

Y aunque la noche lo pueda atrapar
y reine la oscuridad,
un nuevo día su vuelvo traerá
y el fuego de nuevo arderá.

Subiendo a lo alto su llama encendió,
robando la furia del viento.
Buscó la semilla de la tempestad
y de su fuerza él fue dueño.

Su llama brilló más allá de la tierra
y el cielo se unió con su fuego.
La magia burló su anhelada virtud
que nunca se pudo alcanzar.

Y aunque la noche lo pueda atrapar
y reine la oscuridad,
un nuevo día su vuelo traerá
y el fuego de nuevo arderá.

Alas de fuego,
de tus cenizas resurgirás.
Arriba en el cielo vuela
tu llama inmortal.

Alas de fuego,
dueño del viento y la tempestad.
Y aunque la noche te atrape
tu vuelo siempre arderá.

Tierra Santa

jueves, 21 de abril de 2011

We are Touched by Angels

We are touched by angels
And walk where angels tread.
They will guide us, walk beside us
Through the days ahead.
In the hours of darkness,
When our dreams have flown,
They bring hope and gentle healing,
We are not alone.
In our times of doubting,
Still they understand,
And forever touched by angels,
We walk hand in hand.

Autor Desconocido

lunes, 18 de abril de 2011

Oración para la Verdad

Hoy, Creador, te pido que abras mis ojos y mi corazón a fin de que pueda recuperar la verdad sobre mi vida. Ayúdame a resistir la tentación de creer en las mentiras que reprimen la expresión de mi vida y de mi amor. Concédeme la fuerza necesaria para resistir la tentación de creer en las mentiras de los demás, que sólo crean veneno emocional en mi corazón.

Hoy, Creador, permíteme ver lo que es y no lo que quiero ver. Permíteme oír lo que es y no lo que quiero oír. Ayúdame a recobrar mi conciencia para que pueda verte en todo lo que percibo con mis ojos, con mis oídos, con todos mis sentidos. Permíteme percibirte con los ojos del amor, para que pueda encontrarte dondequiera que vaya y verte en todo lo que has creado. Ayúdame a verte en todas y cada una de las células de mi cuerpo, en cada emoción de mi mente, en cada persona con la que me encuentre. Permíteme verte en las flores, en el agua, en el fuego, en los animales y en las mariposas. Estas en todas partes y yo soy uno contigo. Permíteme ser consciente de esta verdad.

Permite que todo lo que haga y diga hoy sea una expresión de la belleza de mi corazón. Permíteme ser conciente de la belleza y la perfección de todo lo que has creado, para que pueda vivir en amor eterno contigo. Gracias, Creador por el poder de crear un sueño del cielo en el que todo es posible. Empezando hoy, utilizaré el poder de mi amor para crear una obra de arte maestra: Mi Propia Vida.
 
Amén.

Miguel Ruiz

miércoles, 13 de abril de 2011

Oración para el Amor

En este sueño te encuentras en un precioso día cálido y soleado. Oyes los pájaros, el viento y un pequeño río. Te diriges hacia él; en su orilla hay un anciano que medita y ves que, de su cabeza, emana una luz maravillosa de distintos colores. Intentas no molestarle, pero él percibe tu presencia y abre los ojos, que rebosan amor. Sonríe ampliamente. Le preguntas qué hace para irradiar esa maravillosa luz, y si puede enseñarte a hacerlo. Te contesta que hace muchos, muchos años, él le hizo esa misma pregunta a su maestro. El anciano empieza a explicarte su historia:

Mi Maestro se abrió el pecho, extrajo Su Corazón, y de Él, tomó una preciosa llama. Después, abrió mi pecho, sacó mi corazón y depositó esa pequeña llama en su interior. Colocó mi corazón de nuevo en mi pecho, y tan pronto como el corazón estuvo dentro de mí, sentí un intenso amor, porque la llama que puso en él era su Propio Amor.

Esta llama creció en mi corazón y se convirtió en un gran fuego que no quema, sino que purifica todo lo que toca. Este fuego tocó todas las células de mi cuerpo y ellas me entregaron su amor. Me volví uno con mi cuerpo y mi amor creció todavía más. El fuego tocó todas las emociones de mi mente, que se transformaron en un amor fuerte e intenso. Y me amé a mí mismo de una forma absoluta e incondicional.

Pero el fuego continuó ardiendo y sentí la necesidad de compartir mi amor. Decidí poner un poco de él en cada árbol, y los árboles me amaron y me hice uno con ellos, pero mi amor no se detuvo, creció todavía más. Puse un poco de él en cada flor, en la hierba y en la tierra, y ellas me amaron y nos hicimos uno. Ymi amor continuó creciendo más y más para amar a todos los animales del mundo. Ellos respondieron a él, me amaron y nos hicimos uno. Pero mi amor continuó creciendo más y más.

Puse un poco de mi amor en cada cristal, en cada piedra, en el polvo y en los metales, y me amaron y me hice uno con la tierra. Y entonces decidí poner mi amor en el agua, en los océanos, en los ríos, en la lluvia y en la nieve, y me amaron y nos hicimos uno. Y mi amor siguió creciendo todavía más y más. Y decidí entregar mi amor al aire, al viento. Sentí una fuerte comunión con la tierra, con el viento, con los océanos, con la naturaleza, y mi amor creció más y más.

Volví la cabeza al cielo, al sol y a las estrellas y puse un poco de mi amor en cada estrella, en la luna y en el sol, y me amaron. Y me hice uno con la luna, el sol y las estrellas, y mi amor continuó creciendo más y más. Y puse un poco de mi amor en cada ser humano y me volví uno con toda la humanidad. Donde quiera que voy, con quien quiera que me encuentre, me veo en sus ojos, porque soy parte de todo, porque amo...

Y entonces el anciano abrió su propio pecho, extrajo su corazón con la preciosa llama dentro y la colocó en tu corazón. Y ahora esa llama crece en tu interior. Ahora eres uno con el viento, con el agua, con las estrellas, con toda la naturaleza, con los animales y con todos los seres humanos. Sientes el calor y la luz que emana de la llama de tu corazón. De tu cabeza sale una preciosa luz de colores que brilla.

Estás radiante con el resplandor del amor y rezas:

"Gracias, Creador del Universo, por el regalo de la vida que me has dado. Gracias por proporcionarme todo lo que verdaderamente he necesitado. Gracias por la oportunidad de sentir este precioso cuerpo y esta maravillosa mente. Gracias por vivir en mi interior con todo tu amor, con tu espíritu puro e infinito, con tu luz cálida y radiante.

Gracias por utilizar mis palabras, mis ojos y mi corazón para compartir tu amor donde quiera que voy. Te amo tal como eres, y por ser tu creación, me amo a mí mismo tal como soy. Ayúdame a conservar el amor y la paz en mi corazón y a hacer de ese amor una nueva forma de vida, y haz que pueda vivir amando el resto de mi existencia."

Amén

Miguel Ruiz

lunes, 11 de abril de 2011

La Maestría del Amor

Érase una vez un maestro que hablaba a un grupo de gente y su mensaje resultaba tan maravilloso que todas las personas que estaban allí reunidas se sintieron conmovidas por sus palabras de amor. En medio de esa multitud, se encontraba un hombre que había escuchado todas las palabras que el maestro había pronunciado. Era un hombre muy humilde y de gran corazón, que se sintió tan conmovido por las palabras del maestro que sintió la necesidad de invitarlo a su hogar.

Así pues, cuando el maestro acabó de hablar, el hombre se abrió paso entre la multitud, se acercó a él y, mirándole a los ojos, le dijo:"Sé que está muy ocupado y que todos requieren su atención. También sé que casi no dispone de tiempo ni para escuchar mis palabras, pero mi corazón se siente tan libre y es tanto el amor que siento por usted que me mueve la necesidad de invitarle a mi hogar. Quiero prepararle la mejor de las comidas. No espero que acepte, pero quería que lo supiera".

El maestro le miró a los ojos, y con la más bella de las sonrisas, le contestó:"Prepáralo todo. Iré". Entonces, el maestro se alejó.

Al oír estas palabras el corazón del hombre se sintió lleno de júbilo. A duras penas podía esperar a que llegase el momento de servir al maestro y expresarle el amor que sentía por él. Sería el día más importante de su vida: el maestro estaría con él. Compró la mejor comida y el mejor vino y buscó las ropas más preciosas para ofrecérselas como regalo. Después corrió hacia su casa a fin de llevar a cabo todos los preparativos para recibir al maestro. Lo limpió todo, preparó una comida deliciosa y decoró bellamente la mesa. Su corazón estaba rebosante de alegría porque el maestro pronto estaría allí.

El hombre esperaba ansioso cuando alguien llamó a la puerta. La abrió con afán pero, en lugar del maestro, se encontró con una anciana. Ésta le miró a los ojos y le dijo:"Estoy hambrienta. ¿Podrías darme un trozo de pan?".

El se sintió un poco decepcionado al ver que no se trataba del maestro. Miró a la mujer y le dijo: "Por favor, entre en mi casa". La sentó en el lugar que había preparado para el maestro y le ofreció la comida que había cocinado para él. Pero estaba ansioso y esperaba que la mujer se diese prisa en acabar de comer. La anciana se sintió conmovida por la generosidad de este hombre. Le dio las gracias y se marchó.

Apenas hubo acabado de preparar de nuevo la mesa para el maestro cuando alguien volvió a llamar a su puerta. Esta vez se trataba de un desconocido que había viajado a través del desierto. El forastero le miró y le dijo: "Estoy sediento. ¿Podrías darme algo para beber?".

De nuevo se sintió un poco decepcionado porque no se trataba del maestro, pero aun así, invitó al desconocido a entrar en su casa, hizo que se sentase en el lugar que había preparado para el maestro y le sirvió el vino que quería ofrecerle a él. Cuando se marchó, volvió a preparar de nuevo todas las cosas.

Por tercera vez, alguien llamó a la puerta, y cuando la abrió, se encontró con un niño. Éste elevó su mirada hacia él y le dijo:"Estoy congelado. ¿Podría darme una manta para cubrir mi cuerpo?".

Estaba un poco decepcionado porque no se trataba del maestro, pero miró al niño a los ojos y sintió amor en su corazón. Rápidamente cogió las ropas que había comprado para el maestro y le cubrió con ellas. El niño le dio las gracias y se marchó.

Volvió a prepararlo todo de nuevo para el maestro y después se dispuso a esperarle hasta que se hizo muy tarde. Cuando comprendió que no acudiría se sintió decepcionado, pero lo perdonó de inmediato. Se dijo a sí mismo:"Sabía que no podía esperar que el maestro viniese a esta humilde casa. Me dijo que lo haría, pero algún asunto de mayor importancia lo habrá llevado a cualquier otra parte. No ha venido, pero al menos aceptó la invitación y eso es suficiente para que mi corazón se sienta feliz".

Entonces, guardó la comida y el vino y se acostó. Aquella noche soñó que el maestro le hacía una visita. Al verlo, se sintió feliz sin saber que se trataba de un sueño."¡Ha venido maestro! Ha mantenido su palabra."

El maestro le contestó: "Sí, estoy aquí, pero estuve aquí antes. Estaba hambriento y me diste de comer. Estaba sediento y me ofreciste vino. Tenía frío y me cubriste con ropas. Todo lo que haces por los demás, lo haces por mí"

El hombre se despertó con el corazón rebosante de dicha porque había comprendido la enseñanza del maestro. Lo amaba tanto que había enviado a tres personas para que le transmitiesen la lección más grande: que él vive en el interior de todas las personas. Cuando das de comer al hambriento, de beber al sediento y cubres al que tiene frío, ofreces tu amor al maestro.

Miguel Ruiz

jueves, 7 de abril de 2011

Tus Manos

Cuando tus manos salen,
amor, hacia las mías,
¿qué me traen volando?
¿Por qué se detuvieron
en mi boca, de pronto,
por qué las reconozco
como si entonces, antes,
las hubiera tocado,
como si antes de ser
hubieran recorrido
mi frente, mi cintura?

Su suavidad venía
volando sobre el tiempo,
sobre el mar, sobre el humo,
sobre la primavera,
y cuando tú pusiste
tus manos en mi pecho,
reconocí esas alas
de paloma dorada,
reconocí esa greda
y ese color de trigo.

Los años de mi vida
yo caminé buscándolas.
Subí las escaleras,
crucé los arrecifes,
me llevaron los trenes,
las aguas me trajeron,
y en la piel de las uvas
me pareció tocarte.
La madera de pronto
me trajo tu contacto,
la almendra me anunciaba
tu suavidad secreta,
hasta que se cerraron
tus manos en mi pecho
y allí como dos alas
terminaron su viaje.

Pablo Neruda

lunes, 4 de abril de 2011

No te Detengas

No dejes que termine el día sin haber crecido un poco,
sin haber sido feliz, sin haber aumentado tus sueños.
No te dejes vencer por el desaliento.
No permitas que nadie te quite el derecho a expresarte,
que es casi un deber.
No abandones las ansias de hacer de tu vida algo extraordinario.
No dejes de creer que las palabras y las poesías
sí pueden cambiar el mundo.
Pase lo que pase nuestra esencia está intacta.
Somos seres llenos de pasión.
La vida es desierto y oasis.
Nos derriba, nos lastima,
nos enseña,
nos convierte en protagonistas
de nuestra propia historia.
Aunque el viento sople en contra,
la poderosa obra continúa:
Tu puedes aportar una estrofa.
No dejes nunca de soñar,
porque en sueños es libre el hombre.
No caigas en el peor de los errores:
el silencio.
La mayoría vive en un silencio espantoso.
No te resignes.
Huye.
"Emito mis alaridos por los techos de este mundo",
dice el poeta.
Valora la belleza de las cosas simples.
Se puede hacer bella poesía sobre pequeñas cosas,
pero no podemos remar en contra de nosotros mismos.
Eso transforma la vida en un infierno.
Disfruta del pánico que te provoca
tener la vida por delante.
Vívela intensamente,
sin mediocridad.
Piensa que en ti está el futuro
y encara la tarea con orgullo y sin miedo.
Aprende de quienes puedan enseñarte.
Las experiencias de quienes nos precedieron
de nuestros "poetas muertos",
te ayudan a caminar por la vida.
La sociedad de hoy somos nosotros:
Los "poetas vivos".
No permitas que la vida te pase a ti sin que la vivas...

Walt Whitman

*********

Un hermoso poema de Whitman, me recuerda que nunca jamás en la vida hay que detenernos, detener nuestros pasos alborotados, nuestra mirada curiosa, nuestras manos creadoras, nuestra imaginación activa. Aprende a borrar lo "im" para hacerlo posible, lo "in" para hacerlo creíble y lo "in" para hacerlo alcanzable. Sólo y tan sólo NO TE DETENGAS, marcha vivamente, tenazmente, incansablemente.

viernes, 1 de abril de 2011

Dale Vida a tus Sueños

Dale vida a los sueños que alimentan el alma,
no los confundas nunca con realidades vanas.
Y aunque tu mente sienta necesidad, humana,
de conseguir las metas y de escalar montañas,
nunca rompas tus sueños, porque matas el alma.

Dale vida a tus sueños aunque te llamen loco,

no los dejes que mueran de hastío, poco a poco,
no les rompas las alas, que son de fantasía,
y déjalos que vuelen contigo en compañía.

Dale vida a tus sueños y, con ellos volando,
tocarás las estrellas y el viento, susurrando,
te contará secretos que para ti ha guardado
y sentirás el cuerpo con caricias, bañado,
del alma que despierta para estar a tu lado.

Dale vida a los sueños que tienes escondidos,
descubrirás que puedes vivir estos momentos
con los ojos abiertos y los miedos dormidos,
con los ojos cerrados y los sueños despiertos.

Mario Benedetti