martes, 24 de abril de 2012

Corderito

Corderito mío,
suavidad callada:
mi pecho es tu gruta
de musgo afelpada.

Carnecita blanca,
tajada de luna:
lo he olvidado todo
por hacerme cuna.

Me olvidé del mundo
y de mí no siento
más que el pecho vivo
con que te sustento.

Y sé de mí sólo
que en mí te recuestas.
Tu fiesta, hijo mío,
apagó las fiestas.

Gabriela Mistral

miércoles, 18 de abril de 2012

Seguiré Creyendo

Voy a seguir creyendo, aun cuando la gente pierda la esperanza.

Voy a seguir dando amor, aunque otros siembren odio.

Voy a seguir construyendo, aun cuando otros destruyan.

Voy a seguir hablando de paz, aun en medio de la guerra.

Voy a seguir iluminando, aun en medio de la oscuridad.

Y seguiré sembrando, aunque otros pisen la cosecha.

Y seguiré gritando, aun cuando otros callen.

Y dibujaré sonrisas, en rostros con lágrimas

Y transmitiré alivio cuando vea dolor.

y regalaré motivos de alegría donde solo haya tristezas.

Invitaré a caminar al que decidió quedarse.

Y levantaré los brazos a los que se han rendido.

Porque en medio de la desolación siempre habrá un niño que nos mirará esperanzado, esperando algo de nosotros y aún en medio de una tormenta, por algún lado saldrá el sol y en medio del desierto crecerá una planta. Siempre habrá un pájaro que nos cante, un niño que nos sonría y mariposas que brinden su belleza. Pero si algún día ves que ya no sigo, no sonrío, o callo, acércate y dame un beso, un abrazo o regálame una sonrisa; con eso será suficiente. Seguramente, me habrá pasado que la vida me abofeteo y me sorprendió por un segundo. Ese gesto hará que vuelva a mi camino.

Nunca lo olvides.

Autor Desconocido

sábado, 14 de abril de 2012

Poesía Infantil

La poesía para niños debería ser arco iris, lenguaje que despierta en las sílabas asombrado de pájaros y soles, un transformador de la piedra en ave, de la sed en río, de la palabra en canto, "poesía que si no se canta, podría cantarse"

Gabriela Mistral

martes, 3 de abril de 2012

Defensa de la Alegría

Defender la alegría como una trinchera
defenderla del escándalo y la rutina
de la miseria y los miserables
de las ausencias transitorias
y las definitivas

Defender la alegría como un principio
defenderla del pasmo y las pesadillas
de los neutrales y de los neutrones
de las dulces infamias
y los graves diagnósticos

Defender la alegría como una bandera
defenderla del rayo y la melancolía
de los ingenuos y de los canallas
de la retórica y los paros cardiacos
de las endemias y las academias

Defender la alegría como un destino
defenderla del fuego y de los bomberos
de los suicidas y los homicidas
de las vacaciones y del agobio
de la obligación de estar alegres

Defender la alegría como una certeza
defenderla del óxido y la roña
de la famosa pátina del tiempo
del relente y del oportunismo
de los proxenetas de la risa

Defender la alegría como un derecho
defenderla de dios y del invierno
de las mayúsculas y de la muerte
de los apellidos y las lástimas
del azar
y también de la alegría.

Mario Benedetti