viernes, 29 de junio de 2012

La Fiesta

Estaba suave el sol, el aire limpio y el cielo sin nubes. Hundida en la arena, humeaba la olla de barro. En el camino de la mar a la boca, los camarones pasaban por las manos de Zé Fernando, maestro de ceremonias, que los bañaba en agua bendita y sal y cebollas y ajo.

Había buen vino. Sentados en rueda, los amigos compartíamos el vino y los camarones y la mar que se abría, libre y luminosa, a nuestros pies.

Mientras ocurría, esa alegría estaba siendo ya recordada por la memoria y soñada por el sueño.

Ella no iba a terminarse nunca, y nosotros tampoco, porque somos todos mortales hasta el primer eso y el segundo vaso, y eso lo sabe cualquiera, por poco que sepa.

Eduardo Galeano

lunes, 25 de junio de 2012

El Aire y el Viento

Por los caminos voy, como el burrito de San Fernando, un poquito a pie y otro poquito andando.

A veces me reconozco en los demás. Me reconozco en los que quedarán, en los amigos abrigos, locos lindos de la justicia y bichos voladores de la belleza y demás vagos y mal entretenidos que andan por ahí y por ahí seguirán, como seguirán las estrellas de la noche y las olas de la mar.

Entonces, cuando me reconozco en ellos, yo soy aire aprendiendo a saberme continuado en el viento.

Me parece que fue Vallejo, César Vallejo, quien me dijo que a veces el viento cambia de aire.

Cuando yo ya no esté, el viento estará, seguirá estando.

Eduardo Galeano

jueves, 21 de junio de 2012

Libros

Quiero quedarme en medio de los libros
vibrar con Roque Dalton con Vallejo y Quiroga
ser una de sus páginas
la más inolvidable
y desde allí juzgar al pobre mundo
no pretendo que nadie me encuaderne
quiero pensar en rústica
con las pupilas verdes de la memoria franca
en el breviario de la noche en vilo mi abecedario de los sentimientos
sabe posarse en mis queridos nombres
me siento cómodo entre tantas hojas
con adverbios que son revelaciones
sílabas que me piden un socorro
adjetivos que parecen juguetes
quiero quedarme en medio de los libros
en ellos he aprendido a dar mis pasos
a convivir con mañas y soplidos vitales
a comprender lo que crearon otros
y a ser por fin
este poco que soy.

Mario Benedetti

martes, 19 de junio de 2012

Un Árbol de Palabras

Quisiera hacer un árbol de palabras
de fuertes ramas, de frondosa copa.
Que te salve cuando alguien te persiga,
que te acoja cuando te encuentres sola.

Este árbol dará frutos hermosos
para calmar la sed de los poetas.
Dará sombra de libros pretenciosos,
dará olores de bosque con sus letras.

No importará que sus palabras caigan
cuando llegue el otoño literario.
Porque retoñarán con hojas nuevas,
apenas reverdezca el calendario.

Será tu aliento el viento entre sus ramas.
Tu risa el alimento de sus flores.
Se beberá todo el mar de tus lágrimas,
y crecerá… con todas tus pasiones.

Möebius

martes, 12 de junio de 2012

Poema 92 - Sexta Poesía Vertical

Competencia del que soy
con el que fui,
del que va a apagar la lámpara
con el que la ha encendido,
del que desparramaba los colores
con el que los reúne,
del que no se veía en los espejos
con el que se contempla en el humo.

Competencia de mi voz
con mi voz,
de las palabras que encontraba
con las palabras que me encuentran,
de los silencios que hablaban por amor
con el amor que dice su silencio,
de la luz de una tarde en cualquier tarde
con la luz exclusiva de esta tarde.

Competencia del que soy y del que fui
con el que seré o no seré mañana,
del que aún marca sus huellas
con el que todavía las borra,
del que empujaba al día
con el que ya ocultamente lo sostiene,
del que viene de ninguna parte
con el que viene de ninguna parte.

Roberto Juarroz

jueves, 7 de junio de 2012

Poesía 129 – IX

Somos el borrador de un texto que nunca será pasado en limpio.

Con palabras tachadas, repetidas, mal escritas y hasta con faltas de ortografía.

Con palabras que esperan, como todas las palabras esperan, pero aquí abandonadas, doblemente abandonadas entre márgenes prolijos y yertos.

Bastaría, sin embargo, que este tosco borrador fuera leído una sola vez en voz alta, para que ya no esperásemos más ningún texto definitivo.

Roberto Juarroz