jueves, 25 de agosto de 2011

El Trencito

Mi trencito
de madera
donde quiera
va a correr.

No se cansa
ni descansa
chu-cu chu-cu,
por el riel.

Es de carga
y es expreso,
muy travieso
por doquier.

Baja, sube
y echa humo
como nubes
de algodón.

De repente,
insolente,
echa nubes
de carbón.

Se alborotan
los caballos
y las vacas
al pasar.

¡Los boletos
de primera!
¡Los boletos
de tercera!

Y la gente,
de repente
se comienza
a preparar.

La campana
les avisa
que de prisa
hay que bajar.

Y, en mi sueño,
soy el dueño,
chu-cu chu-cu,
de este tren.

Autor Desconocido

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